Más del 85% de las muertes atribuidas al cáncer cervicouterino ocurren en países en vías de desarrollo, donde los sistemas de salud no cuentan con los equipos necesarios para la implementación de tamizajes primarios y tratamientos oportunos para la prevención del cáncer cervicouterino en etapas tempranas.

 

El cáncer cervicouterino NO es un cáncer que ofrece igualdad de oportunidades.

 

Con la adopción generalizada de las pruebas de Papanicolaou para identificar anomalías en las células del cuello uterino, la incidencia ha disminuido drásticamente en las naciones más desarrolladas. En los Estados Unidos, la incidencia disminuyó en más del 55% entre 1955 y 1992 y ahora representa menos de 2 muertes por cada 100,000 mujeres. En tan solo unas pocas décadas, se ha demostrado que al combinar la detección eficaz y el tratamiento temprano con la educación pública, el cáncer cervicouterino se puede prevenir y curar en gran medida. Sin embargo, esta no es todavía la realidad en otras partes.

 

 Nicaragua, es el  segundo país más pobre de las Américas, el cáncer cervicouterino es la causa principal de muerte por cáncer, con más de 18 muertes por cada 100.000 mujeres.

 

Actualmente, el Ministerio de Salud no ha aprobado programas nacionales de pruebas o vacunas contra el VPH, y sigue dependiendo de las pruebas de detección y el tratamiento tradicionales para reducir la prevalencia de la enfermedad. El problema es mayor en las comunidades rurales que carecen de acceso a la atención primaria tienen bajas tasas de alfabetización de la población y un inicio temprano de la actividad sexual.

 

Las clínicas móviles de Lily brindan atención médica gratuita a mujeres y niñas en las comunidades rurales donde la necesidad es mayor.

 

Estamos diseñados para satisfacer las necesidades de salud integral de las mujeres, las clínicas brindan detección y tratamiento oportuno para la prevención del cáncer cervicouterino, educación sobre salud sexual y reproductiva y asesoramiento sobre traumas a un costo de menos de $10 por mujer.

 

Lily se ha acoplado a todos los protocolos aprobados por el Ministerio de Salud de Nicaragua (MINSA), desarrollados y alineados con las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Siguiendo los protocolos del MINSA, Lily realiza pruebas de detección  primaria del cáncer cervicouterino en mujeres mediante Papanicolaou o inspección visual con ácido acético (IVAA), un procedimiento de detección rápida y rentable que utiliza vinagre para detectar lesiones precancerosas.

 

El proceso para las mujeres que tienen una prueba de detección positiva incluye: monitoreo proactivo; pruebas de confirmación (Colposcopia y biopsia) para lesiones sospechosas de cáncer, esto nos permite trabajar de forma acelerada para que esta mujer sea enviada a hospitales para empezar inmediatamente el procedimiento correcto de acuerdo a su condición. Tratamiento oportuno para eliminación de lesiones de bajo grado mediante el procedimiento de crioterapia. Todas nuestras pacientes que han sido tratadas con crioterapia se da un seguimiento por 3 años.

 

Lily actualmente opera en Nicaragua dos clínicas móviles ubicadas en Matagalpa y León con capacidad para tamizar a 6,600 mujeres por año. Las clínicas móviles no requieren electricidad y se instalan en minutos, generalmente en una escuela o iglesia. Las clínicas no solo están diseñadas para hacer posibles los exámenes en lugares difíciles, sino que también ofrecen a las mujeres privacidad y tranquilidad durante el examen, que a menudo es la primera experiencia de atención médica de una mujer.

 

Cuatro jóvenes nicaragüenses trabajan en cada clínica: un experimentado líder del equipo, 2 pasantes y un conductor masculino para la seguridad. Las pasantes son recién egresadas  de la escuela de enfermería de la Universidad de Nicaragua. Lily paga a estos pasantes para que pasen 2 años trabajando en las comunidades rurales y durante este tiempo reciben capacitación basada en habilidades, desarrollo de liderazgo y orientación profesional para potenciar su éxito futuro. Después de 2 años de constante entrenamiento, las pasantes se emplean como líder del equipo Lily o dentro del sistema de salud de Nicaragua.